Se hizo esperar pero por fin llegó. Hizo falta dejar pasar
un poco de tiempo para ver como cuajaba la reforma antilaboral de Rajoy para
ver cómo podían encajar legalmente la “venganza personal pendiente” que tenían
los caciques del municipio de Pájara con los cuatro bomberos que más guerra les
dieron durante el conflicto laboral más sonado y absurdo que se recuerda en los
servicios de emergencia de la isla.
El saldo final del conflicto ya lo tenemos:
-
- 7 muertos en el litoral del municipio en zonas
que debían estar vigiladas según contrato.
-
- 14 meses sin cobrar las nóminas que
posteriormente se han debido de abonar con intereses a cargo de las arcas
públicas.
- - Varios juicios perdidos por el consistorio con
sus respectivos gastos a cargo de las arcas públicas.
Y para terminar con la limpieza étnica se despide a los
cuatro miembros más activos del comité de huelga para evitar nuevas rebeliones
cuando decidan volver a meter mordiscos a la seguridad del municipio.
Nada nuevo su señoría, la historia se repite…solo nos queda confiar en
la justicia.