Un mes después de las elecciones municipales el eterno conflicto de los bomberos y socorristas de Pájara sigue igual.
Algunos ingenuos e ilusos albergaban la esperanza que la entrada de nuevos gobernantes desenquistara esta patética situación.
A día de hoy a los trabajadores se les deben diez nóminas. Las playas siguen sin vigilancia. Se trabaja con la mitad de la ya de por si deficiente dotación de bomberos.
Aunque el alcalde lleva más de un año diciendo que no es su problema el juez sentenció hace meses. El Ayuntamiento de Pájara es responsable solidario del servicio.
Ahora el Sr. Rafael Perdomo tiene cuatro años más para decidirse a arreglar este conflicto o continuar con el desmantelamiento del servicio.
¿Quién sabe por qué optará?
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